Un enfoque mas clinico...
El Síndrome Alcohólico Fetal (SAF) como consecuencia del consumo de alcohol durante el embarazo es cada vez más frecuente.
El SAF se caracteriza por 4 categorías generales de anormalidad:
Facies característica
Las características faciales del niño afectado por este síndrome incluyen un rostro ancho, achatado, un puente nasal bajo y ancho con pliegues epicantales y una nariz corta respingona. Destacan también las fisuras palpebrales relativamente estrechas, que en algunos casos se han visto asociadas a ojos pequeños o malformados.
Inicio prenatal de déficit de desarrollo
Los niños afectados por este síndrome fetal alcohólico exhiben generalmente déficit de desarrollo prenatal; además siguen creciendo mal en el periodo postnatal. El aumento de peso de estos niños es relativamente más lento que el crecimiento lineal. También el desarrollo postnatal del cerebro es deficiente en muchos de ellos, como se comprueba por la circunferencia craneal reducida, factor de gran preocupación ya que implica una disminución de la capacidad funcional.
Reducción de la función del SNC (sistema nervioso central), incluido déficit mental
La característica más preocupante es el trastorno funcional del SNC. La mayoría de estos niños muestra un retraso significativo del desarrollo o deficiencia mental. El grado de alteración es variable, y puede ir desde anomalías mínimas hasta retraso mental severo. Además, estos niños son con frecuencia nerviosos o irritables en el periodo neonatal. Puede aparecer temblor, que persiste meses e incluso años, y en algunos casos, se ha comprobado que va asociado a una alteración permanente de la función motora fina.
Incremento de la frecuencia de anomalías mayores
Los niños con síndrome fetal alcohólico están también más predispuestos a anomalías estructurales mayores en el momento del parto. Algunos niños presentan lesiones congénitas cardíacas graves. En otros casos se han observado anomalías oculares severas, defectos esqueléticos axiales, anomalías renales, anomalías genitales menores y deformidades posicionales en extremidades, tales como pie zambo y luxación de cadera.
En resumen, el alcohol es una droga peligrosa no sólo para la madre, sino también para el niño, pues existe una clara asociación entre alcoholismo crónico materno y anomalías graves morfológicas y de desarrollo en el feto.
El alcohol es, por lo tanto, un riesgo EVITABLE para el feto.
cortesia de www.cat-barcelona.com
evitable significa que no tenes excusas, si estas embarazada y tomas, estas haciendole un daño gratis a tu hijo, incluso antes de que haya nacido... ¿que clase de persona pensas que haria eso?
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